Aunque el conflicto en torno de la papelera de Botnia no ayudará a Uruguay, la Argentina saldrá peor parada. El espectáculo brindado por un gobierno que, lejos de intentar poner fin al bloqueo económico organizado por ambientalistas furibundos, los ha alentado, sólo sirvió para recordar al resto del mundo que pese al crecimiento económico reciente el país sigue siendo un lugar anárquico proclive a entregarse periódicamente a pasiones nacionalistas. Análisis de James Neilson en Revista Noticias
martes, 27 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario