Para los cuatro conflictos congelados legados por la Unión Soviética corren nuevos tiempos. Gracias al apoyo militar de Moscú, Osetia del Sur y Abjazia comienzan a alimentar serias esperanzas de ser reconocidos como Estados independientes de Georgia, el país al cual pertenecen formalmente. Los otros dos enclaves secesionistas -el Transdniéster (en Moldavia) y el Alto Karabaj (enclave armenio arrebatado a Azerbaiyán)- tratan de sacar algún partido de este nuevo capítulo en un proceso cuyo detonante fue la independencia de Kosovo. Reportaje publicado en El País
Relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario