En Irak y Afganistán, EE. UU. se encuentra involucrado (podrían decir “atrapado”) en situaciones difíciles (algunos podrían describirlas como un infierno) donde su capacidad para retirarse exitosamente depende mucho de sus socios locales. Análisis de Richard Haass, presidente de la ONG Consejo de Relaciones Exteriores, de EE. UU. Publicado en Newsweek
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