
La rápida toma de distancia por la que optó la antigua rehén de las FARC Ingrid Betancourt respecto del presidente Alvaro Uribe es apenas uno de los síntomas de las enormes dificultades que presenta un futuro proceso de pacificación del país, si el grupo guerrillero estuviera dispuesto a abandonar el camino de la lucha armada. Artículo de Oscar R. Cardoso en Clarín
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