
Georgia y Rusia se han acusado mutuamente de perpetrar actos de limpieza étnica y graves abusos durante la guerra que les ha enfrentado por las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia. Human Rights Watch denunció ayer que Rusia ha empleado bombas de racimo sobre Gori y otras localidades georgianas -algo que Moscú niega- y asegura que el Kremlin y sus aliados surosetios han exagerado el número de víctimas (supuestamente, 1.600 muertos) causadas por el ataque georgiano contra Tsjivali, la capital surosetia. El País de España.
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