
Los líderes de los países más poderosos del mundo, entre el G-7 de naciones ricas y un grupo de estados de creciente potencial (China, India o Brasil, etc.), decidieron este sábado atacar la crisis global reformando el sistema financiero con una mayor regulación y haciéndolo más transparente. También, estimulando por el lado fiscal a las economías nacionales (en un mundo que en vastas zonas ya está en recesión) y evitando el proteccionismo. Publicado en Clarín
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