La unanimidad derechista ha quedado reemplazada por tres tipos de
gobiernos. Los conservadores son neoliberales, pro-norteamericanos, represivos y opuestos a cualquier mejora social. Los centroizquierdistas mantienen una relación ambigua con Estados Unidos, arbitran entre el empresariado, toleran las conquistas democráticas y bloquean las mejoras populares. Los nacionalistas radicales son más estatistas, chocan con el imperialismo y la burguesía local, pero oscilan entre el neodesarrollismo y la redistribución del ingreso. Publicado en Rebelión
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