Desde la transición a la democracia, iniciada a finales de los años '70, muchos países latinoamericanos comenzaron a incorporar formalmente instituciones de democracia directa. Los plebiscitos y referéndum han sido un recurso utilizado para encauzar protestas populares, refrendar actuaciones o dirimir conflictos entre el poder ejecutivo y el legislativo. En algunas ocasiones también han funcionado como canales institucionalizados mediante los que la ciudadanía ha podido hacer escuchar su voz. Artículo de Andreas Auer, publicado en Clarin
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