Brasil es uno de los países más desiguales del mundo. Cerca del 10% de los brasileños tiene el 80% de las riquezas del país. Eso produce situaciones poco propicias para un régimen de mercado: quien no tiene, no consume; quien tiene, consume con miedo, con vidrios a prueba de bala y agentes de seguridad en sus casas de fin de semana. Publicado en suplemento Enfoques de La Nación
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