miércoles, 21 de febrero de 2007

Alianza Brasil-EEUU reta el poder de Chávez



Faltan unos meses para que se concrete el acuerdo final de intercambio de información y alianza en materia de distribución que comenzaron a negociar los gobiernos de Brasil y Estados Unidos sobre la producción y comercio de etanol. Sin embargo, la alianza que se vislumbra entre los dos principales productores de este alcohol combustible -entre ambos reúnen 70% de la generación mundial- ya amenaza con tambalear el poder económico y político que los altos precios del crudo le han impreso al gobierno del presidente Chávez. Artículo publicado en http://www.eluniversal.com


Durante su visita a Brasil, el subsecretario de Estado del país del norte, Nicholas Burns, no ocultó el deseo de su gobierno de avanzar en el ideal de "independiencia energética" que ha pregonado George W. Bush. "La energía se transformó en un gran tema diplomático y a veces desvirtúa y amplía el poder de un país más allá del que probablemente podría tener. En algunos casos eso es positivo. En otros, negativo. Diríamos que es negativo en los casos de Irán y de Venezuela".
Para EEUU, la alianza con Brasil solucionaría muchos de sus dolores de cabeza: le garantizaría suficiente provisión de un combustible limpio, le restaría dependencia de un mercado volátil en precios como el petrolero -y sobre todo de controversiales productores como Venezuela e Irán- e incluso podría promover a futuro menores costos para la adquisición final de la gasolina en ese país.
Pero desde la perspectiva política, sus efectos podrían ser incluso más relevantes, pues un pacto Bush-Lula serviría de puerta de entrada para una administración que ha prestado poca atención a Latinoamérica, se interpretaría como una alianza que aleja a Lula de Chávez y reflejaría en EEUU la imagen de pilar del desarrollo de la agroindustria en la región .
Según una editorial del diario Investor's Business Daily, la complementación de las industrias de etanol de Brasil y EEUU podría incluso allanar el camino para la eventual firma de un tratado de libre comercio entre ambos a futuro.
Alcanzar esas metas no es, no obstante, nada sencillo. Expertos han advertido que la generación masiva de etanol podría terminar convirtiendo a los países en monoproductores de maíz, yuca o caña de azúcar, dadas las ingentes cantidades de estos productos que se requiere sembrar para poder generar apenas unos barriles diarios del alcohol combustible.
Para usar etanol en cantidades apreciables también es necesario modificar las refinerías para producir gasolinas aptas para su mezcla, construir centros de destilación e incluso, si se requiere realmemente desplazar volúmenes apreciables de hidrocarburos, fabricar carros especiales para su uso. Amigos y rivales
Mientras EEUU intenta desplazar a Venezuela como una de sus cuatro principales fuentes de crudo y derivados petroleros
-no sólo el etanol se perfila como una solución, sino también la explotación en Alaska-, el gobierno de Chávez ha hecho lo propio a través de alianzas con países vecinos y otros distantes, como es el caso de China.
La clave de esa reorganización geopolítica radica en que se trata de los mismos mercados que a Brasil le interesan para introducir su etanol. Mientras el país carioca no masifique sus exportaciones, Venezuela podrá seguir pensando en expandir sus despachos petroleros prescindiendo de EEUU, pero a futuro esto podría cambiar, sobre todo si se toma en consideración la magnitud de un proveedor como Brasil que, en paralelo y a través de Petrobrás, adelanta una agresiva estrategia de internacionalización.
Paradójicamente, Venezuela ha sido uno de los primeros clientes de etanol para Brasil, según un acuerdo que se firmó en 2005 y que le ha permitido a Pdvsa realizar pruebas para comenzar a utilizarlo en el mercado interno a mediano plazo.
El plan completo prevé que la misma Brasil contribuya con Venezuela en el establecimiento de un plan se siembra lo suficientemente robusto como para apalancar la producción local de etanol de uso interno.
Al ser un oxigenante de la gasolina para motor, el etanol ya comenzó a desplazar también a algunos aditivos provenientes de la petroquímica, como el MTBE (Metil Terbutil Eter) del cual Pequiven exportaba cantidades apreciables. A menos que Venezuela se monte rápidamente en la ola del combustible ecológico, el alcohol brasileño continuará cercando su oferta.

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